El ejercicio, incluyendo a las personas con demencia y Alzheimer, nos ayuda a mantener un apetito saludable, a dormir bien por la noche y a alcanzar una vida feliz, gracias a la secreción de endorfinas. Éstas están muy de moda al hablar de hacer ejercicio, pero
¿cuáles son las endorfinas, y por qué las necesitamos?
Los beneficios tradicionales del ejercicio han sido mejorar y mantener la condición física, así como ayudar a prevenir enfermedades como la presión arterial alta, enfermedades del corazón y diabetes. Sin embargo, el ejercicio también es bueno para su estado de ánimo.
Las endorfinas son unas pequeñas proteínas naturales que produce nuestro cuerpo; y cuando son liberadas a través del ejercicio, el estado de ánimo mejora naturalmente. Así como endorfinas, el ejercicio también libera adrenalina, serotonina y dopamina. Estos productos químicos trabajan juntos para hacer que se sienta bien.
¿Qué ejercicios puedo hacer?
- Dar un paseo.
- Ir a nadar.
- Participar en una clase de yoga o tai chi. Puede realizar sólo un par de clases para probar.
- Visite un jardín terapéutico. Estos tienen senderos, comederos para pájaros, huertas ecológicas y son accesibles a sillas de ruedas. Estos jardines proporcionan un ambiente seguro para volver a conectar con la naturaleza, hacer un poco de ejercicio y absorber algo de vitamina D.
- Juegos: Una vez que se descubre que un ser querido o amigo tiene pérdida de memoria, es importante comenzar a pensar en maneras de divertirse juntos; jugar es una manera de hacer esto. La simplificación de las normas y su adaptación al paciente harán de los juegos una recreación divertida, así como una forma de estimulación mental. Pongamos ejemplos de juegos:
- Clasificación de objetos: Clasificar objetos por color, forma o diseño. Adapte el juego con los pasatiempos favoritos del enfermo. Por ejemplo, los fanáticos del fútbol pueden ordenar tarjetas de jugadores por equipos o por su posición. Si su ser querido disfruta con la carpintería, puede clasificar las herramientas con sus nombres.
- Juegue a la pelota. Utilice globos o pelotas grandes.
- Caza del tesoro: Haga la lista de la compra y cuando esté en el supermercado, dele una lista de elementos que desea buscar. Puede subir la dificultad del ejercicio haciendo, por ejemplo, que busque elementos con el precio más bajo, o más allto.
- Resuelvan puzzles. Cree puzzles a partir de fotos de la familia. o si lo prefiere hacer usted mismo, corte una foto en dos o tres piezas de gran tamaño para empezar. Se puede dividir la foto en más piezas para hacer la actividad más difícil.
- Juegos con oraciones. Escriba en diferentes papeles estrofas de una oración, entréguelas de forma desordenada y que sea el paciente quién las ordene correctamente para buscarle un sentido.
Fuente http://www.eltallerdemismemorias.com/2013/07/15/ejercicios-y-juegos/
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