Hay cuatro tipos de dificultades en la vida cotidiana especialmente reveladores de la posibilidad de padecer la enfermedad de Alzheimer.
No es fácil distinguir entre los síntomas sin importancia y los verdaderamente anunciadores de la enfermedad. Aunque no hay métodos infalibles, un amplio estudio llevado a cabo entre personas mayores ha demostrado que existe una correlación entre determinadas dificultades en la vida cotidiana y la probabilidad de padecer la enfermedad de Alzheimer. Hay cuatro puntos especialmente reveladores:
➤ Dificultad para controlar su economía. Por ejemplo, hacer la declaración de la renta se convierte, de repente, en una tarea imposible.
➤ Dificultad para controlar los desplazamientos. Tanto en coche como en autobús, los desplazamientos se complican. Con frecuencia, se toma la dirección opuesta o se elige mal en un cruce importante.
➤ Dificultad para utilizar el teléfono. Se olvidan los números de teléfono de los hijos o se quiere llamar a uno marcando el número del otro...
➤ Errores en la medicación. La persona afectada confunde con frecuencia las gotas que se toma por la mañana con las píldoras del mediodía o la pastilla de antes de dormir.
Como ya se ha dicho anteriormente, todo depende del individuo y del contexto pero, si se observa que una persona próxima tiene dificultades en alguna de estas actividades, lo mejor es acudir al médico.
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