Poner en práctica medidas sencillas que faciliten la vida, puede evitar la sensación de ansiedad en el enfermo de Alzheimer.
Los pequeños detalles de la vida cotidiana disminuyen la ansiedad, a la vez que aumentan la comodidad del enfermo. La enfermedad afecta de forma diferente a cada persona, por eso cada uno debe buscar las estrategias que mejor se adapten a las circunstancias personales del paciente para no hacer aún más complicada la vida. Éstas son algunas sugerencias:
➤ Facilitar al enfermo un cuaderno pequeño o una agenda para que lo lleve siempre encima. En él, además de anotar su dirección y teléfono, se apuntará todo lo que se considere importante: una cita, lo que no puede olvidar...
➤ Para que no tenga que estar permanentemente buscando las gafas, lo mejor es que las lleve colgadas del cuello con un cordón.
➤ Pegar junto al teléfono, escritos en caracteres grandes, los números más necesarios.
➤ Entregar a un vecino de confianza un juego de llaves de la casa.
➤ Hacerle revisiones frecuentes de la vista y el oído. No hay ninguna necesidad de acumular dificultades.
➤ Anotar en una pizarra lo que la persona «puede hacer» y lo que «no debe», en dos columnas, tras consultar con ella el contenido de cada una para incluir sus indicaciones y nuestras sugerencias.
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