Riesgos del cuidador principal

El principal riesgo del cuidador de un enfermo de Alzheimer es la sobrecarga. Los factores que influyen en la sobrecarga del cuidador pueden clasificarse en:
  • Los que dependen del propio cuidador
  • Los que dependen del propio paciente

Muchos son los indicadores que permiten anticipar si el cuidador principal está en riesgo de sobrecargarse o ya lo está.

RIESGOS DE SOBRECARGA POR LAS CARACTERÍSTICAS DEL PROPIO CUIDADOR

Los principales predictores de sobrecarga están:
  • Relacionados con el apoyo social: 
    • El poco apoyo, de instituciones o de la propia familia, influye muy negativamente sobre la sobrecarga. Ello ocasiona no sólo cansancio físico, sino una sensación progresiva de que el paciente depende íntegramente del cuidador principal, lo que genera muchísima ansiedad ante pensamientos tales como “y si yo enfermo, ¿quién se encargará de él….?”
    • Cuantas más horas al día y más años de cuidado, más riesgo de que el cuidador esté sobrecargado.
    • Rechazo de ayuda social: este marcador puede considerarse un reflejo de dificultades psicológicas para asumir ciertos aspectos de la enfermedad.
    • Escaso tiempo libre y abandono de actividades gratificantes. Muchos cuidadores tienden a recortar progresivamente su autonomía hasta hacer de su rutina una extensión de la rutina del enfermo, sin reservarse espacios a lo largo de la semana que le permitan relajarse.
  • Relacionados con estrategias de afrontamiento:
    • No podemos olvidar que muchos cuidadores no reciben ninguna instrucción en el manejo de los enfermos, por lo que no saben cómo reaccionar ante elementos tan estresantes como, por ejemplo, las alteraciones conductuales
    • Dentro de la formación de los cuidadores principales se incluye no sólo cómo cuidar al enfermo, sino también cómo cuidarse. Si no se motiva de una manera activa al cuidador para que mantenga parcelas de su tiempo dedicadas a sí mismo, es probable que aquel no se permita cuidarse por un incontrolable sentido de culpa.
  • Relacionados con el género del cuidador:
    • Las mujeres suponen el principal porcentaje de cuidadores principales. Por factores culturales, ellas tienden a asumir sin ayudas muchas más tareas que sus coetáneos varones. Es más fácil encontrar cuidadoras principales que no reciben ayuda de cuidadores secundarios que cuidadores varones principales sin otra ayuda externa de otros miembros de la familia.
  • Relacionados con el vínculo con el enfermo:
    • Los hijos experimentan un mayor sentido de culpabilidad que los cónyuges, y reciben la tarea del cuidado de los padres como una obligación, mientras que para las parejas es uno más de los compromisos tácitamente adquiridos por el hecho de ser esposo.
    • Los hijos experimentan una sobrecarga mayor que los esposos, pues en ocasiones al cuidado de sus padres enfermos se añaden otras responsabilidades sociofamiliares ineludibles, como el trabajo o el cuidado de su propia familia. Este hecho puede contribuir a que, si el hijo es cuidador principal, el enfermo sea institucionalizado más precozmente.
  • Relacionados con la salud del cuidador:
    • La percepción de la propia salud por parte de los cuidadores es mala.
    • Los cuidadores tienen más síntomas de estrés, son más propensos a tomar relajantes y dedican menos tiempo a su propia salud.
    • Se ha encontrado que los cuidadores tienen una peor salud cardiovascular, mayores índices de obesidad, más marcadores metabólicos indicadores de estrés y mayor riesgo de pérdida cognitiva.

RIESGOS DE SOBRECARGA POR LAS CARACTERÍSTICAS DEL PACIENTE

  • Los trastornos conductuales son los que generan más estrés a los familiares. Dentro de estos trastornos destacan la agresividad, la agitación, el insomnio, los delirios, la hiperactividad, los gritos
  • Trastornos funcionales: la pérdida de autonomía del paciente es el segundo motivo, sobre todo cuando se produce en las actividades básicas de la vida, como el aseo, la comida….
  • La pérdida cognitiva es también motivo, pero en un tercer lugar y muy por detrás de los dos anteriores.

SEÑALES DE ALARMA

  • El cuidador sobrecargado tiene una gran sensación de estrés, se encuentra cansado, irritable, duerme mal, se frustra fácilmente…
  • Un cuidador sobrecargado toma más ansiolíticos o antidepresivos
  • El cuidador sobrecargado ha perdido las ganas de hacer cosas o de relacionarse con gente
  • Cuando un cuidador se sobrecarga es fácil que experimente síntomas físicos que no reflejan una enfermedad real, sino que son indicio de su estrés, tratándose de somatizaciones.
PREVENCIÓN DE LA SOBRECARGA
Mucho se ha analizado sobre cómo hacer para que el cuidador pueda afrontar con éxito una tarea tan compleja como el cuidado de una persona afecta de Alzheimer. La estrategia más analizada es la formación del cuidador, sin olvidar la conveniencia de fomentar el apoyo social, en general por medio de grupos de ayuda. Otras iniciativas que se contemplan son el aumento de las ayudas formales por parte de profesionales que faciliten el desahogo del cuidador.
Las intervenciones se dirigen a dos objetivos distintos:
  • El paciente: Educar acerca de la enfermedad, facilitando estrategias no farmacológicas de manejo de distintas circunstancia
  • El cuidador: desde un enfoque psicoterapéutico, dotarle de aptitudes que permitan afrontar al enfermedad en todo su recorrido
El primer paso es asumir la nueva situación:
  • Hay una primera fase en que aparecen sentimientos muy dolorosos: oposición, rechazo, negación, confusión, ansiedad, culpabilidad…
  • En una segunda fase, todo se canaliza, de modo que hay una asimilación, adaptación y aceptación.
  • Estar informado sobre la enfermedad:
    • El primer paso es asumir el diagnóstico.
    • Sólo con la certeza del diagnóstico puede iniciarse un proceso de duelo que permita la asimilación de la nueva situación.
    • Lo siguiente es entender que la enfermedad pasa por una serie de etapas, prácticamente inevitables y para las que tarde o temprano hay que anticipar soluciones y respuestas.
  • Diálogo en la familia:
    •  Es prácticamente inevitable que haya un Cuidador Principal sobre quien recaigan ciertas responsabilidades con el paciente.
    • Sin embargo, puede haber muchos Cuidadores Secundarios que estén dispuestos a colaborar activamente en el proceso.
    • Es fundamental analizar en familia, incluyendo al paciente,  las posibilidades futuras, para poder consensuar entre todos las alternativas más beneficiosas para el paciente: ¿en casa?¿hasta cuándo?¿ayuda externa?¿reparto de tareas?¿momentos de respiro para el cuidador principal?....
-neurodidacta-

Plan pionero para tratar precozmente el Alzheimer a personas con síndrome de Down

La Fundación Catalana Síndrome de Down y el Hospital de 

Sant Pau de Barcelona han diseñado un plan de salud 

pionero para tratar precozmente de Alzheimer a personas 

con síndrome de Down, ya que esta patología es el principal 

problema médico que padecen en la edad adulta.


Ambas instituciones han presentado hoy el acuerdo de 

colaboración que prevé que, sin coste para las personas con 

Down, la fundación las asista y lleve a cabo un cribado para 

detectar precozmente si sufren una patología neurológica.


Si es así, las derivará al servicio de neurología de Sant Pau, que se encargará entonces de 

evaluarles y asistirles, con la previsión de que serán unas 400 al año, aunque la intención es 

extender este programa de salud a centros Down de España e Iberoamérica.


Hacia los 40 años, prácticamente todas las personas con síndrome de Down presentan 

elementos característicos de la enfermedad de Alzheimer porque el cromosoma 21 que 

origina el síndrome es el que produce la proteína amiloide, característica de la enfermedad 

neurodegenerativa.

-lavanguardia-

Descubren un tratamiento que podría acabar con el Alzheimer

El tratamiento podría utilizarse de forma preventiva en personas con alto riesgo de padecer la enfermedad o tras los primeros síntomas del Alzheimer.


Los científicos han descubierto la clave para detener la enfermedad del Alzheimer en sus primeras etapas.
El descubrimiento abre el camino a que millones de personas puedan acceder en un futuro no muy lejano a un tratamiento que prevenga la demencia.
Investigadores de la Universidad de Cambridge han encontrado una molécula de origen natural que puede ralentizar la formación de placas en el cerebro.
Las placas amiloides están estrechamente asociadas con la disminución de la memoria y otros síntomas de Alzheimer.
El descubrimiento plantea la posibilidad de un tratamiento que podría tomarse de forma rutinaria al alcanzar la mediana edad para detener la demencia.
El autor principal, el Dr. Samuel Cohen dijo que "este es el punto de partida para encontrar un medicamento que detenga la enfermedad de Alzheimer. Podría usarse cuando aparecen los primeros síntomas. Sin embargo, otro posible enfoque es que la gente lo tomara como un medicamento preventivo' aseguró al diario británico Dayli Mail.
La investigación, publicada en la revista Nature Structural and Molecular Biology, es el primero en revelar cómo la molécula específica puede retardar la formación de placas en el cerebro.
Las placas amiloideas se crean cuando las fibrillas (pequeños hilos tóxicos de proteína) se envuelven alrededor de las células nerviosas en el cerebro y forman grumos que los científicos creen que interfieren con las funciones del cerebro.
Los investigadores de Cambridge, que trabajaron con colaboradores de Suecia yEstonia, encontraron que las moléculas de Brichos -(parte de una familia de proteínas que ocurren naturalmente en los pulmones humanos) pueden retrasar el proceso.

-antena3-

Alzheimer, consejos y cuidados para los familiares

En este artículo, queremos hablaros de la enfermedad de Alzheimer, centrándonos en sus fases y en cómo podemos identificar algunos síntomas que nos indiquen que una persona puede presentar esta enfermedad. Además, os ofrecemos algunas pautas que pueden servir de ayuda para afrontar esta situación de la mejor manera posible.

¿Cuáles son las fases del Alzheimer?

 Según la Fundación Alzheimer de España,un enfermo de Alzheimer tiene aproximadamente, un promedio de entre 10 y 12 años de vida después de haber sido diagnosticado. El Alzheimer tiene una evolución lenta pero progresiva, en la que poco a poco, la autonomía de la persona va disminuyendo hasta llegar a ser dependiente.
Una vez la enfermedad se inicia, pueden surgir diversas dificultades y dudas. Todo el entorno que rodea a la persona, tendrá que ser reorganizado, para evitar cualquier tipo de daño y facilitar el manejo de situaciones complicadas.
Existen básicamente 3 fases en la evolución de la enfermedad de Alzheimer:
  • Fase Ligera. Se caracteriza porque el enfermo empieza a olvidar cosas cotidianas como citas, nombres de familiares, pagar las facturas, hacer la declaración de la renta etc. Tiende a tenercambios de humor y puede enfadarse cuando se da cuenta de sus errores. Suele retraerse en sí mismo y volverse menos sociable. Además tiene problemas en la comunicación; no encuentra las palabras adecuadas o no sigue bien una conversación. En general, en esta fase, el enfermo aún se encuentra bien, sigue razonando adecuadamente y puede llevar su vida diaria, incluso trabajar sin problemas.

  • Fase Moderada. En esta fase, la persona sufre un fuerte deterioro en la memoria; olvida hechos recientes y aunque recuerde el pasado, en ocasiones, los recuerdos no los sitúa bien en el tiempo. Suele preguntar por familiares ya muertos y tiene alucinaciones, miedos…En esta fase el enfermo suele tener reacciones agresivas. Cada vez habla menos, tiene menos vocabulario y repite las mismas frases.Tiene dificultades para coordinar sus movimientos como abrocharse los botones, sostener los cubiertos y se cae y se golpea frecuentemente. Llevar la vida diaria se le hace cada vez más difícil.

  • Fase Severa. En esta fase el enfermo es totalmente dependiente de las personas que lo cuidan;ha perdido totalmente la memoria. No conoce ni el pasado ni el presente. No reconoce ni a sus hijos ni a su cónyuge ni al resto de familiares. Su humor es imprevisible; ahora ya no habla, sólo balbucea sin podersele entender y sus actividades diarias han desaparecido totalmente. La mayor parte del tiempo lo pasa en la cama.

Acudir cuanto antes al médico, resulta fundamental para que se tomen las pautas adecuadas respecto a la evaluación de la pérdida de autonomía de la persona y de la selección del tratamiento adecuado; ofreciendo al familiar toda la información posible, tanto del pronóstico, cómo de la evolución y de los hábitos o recomendaciones a seguir.

Consejos y cuidados a seguir

 -Llevar siempre la misma rutina con el enfermo.
-No le regañes.
-No te tomes a mal, sus errores y equivocaciones son producto de su enfermedad.
-No discutir nunca con el enfermo. Intenta mantener la calma todo lo que puedas.
-Alabarle sus logros, animarlo, enseñarlo, nunca le avergüences. Puedes ayudarle con su autoestima dejándole una pequeña cantidad de dinero para que él la administre, haciéndole participe en las reuniones y conversaciones familiares etc.
-Deja que el enfermo lleve su propio ritmo.
-Demostrar afecto.
 Es muy importante que seas consciente de que si tú eres el familiar que está a cargo de una persona con Alzheimer debes cuidarte tú.
Apoyarte en las personas de tu alrededor, hablar de cómo te sientes y cómo te afecta su enfermedad y permitirte tener un tiempo libre, son algunas de las medidas que puedes y debes llevar a cabo. Recuerda que si eres su sostén, tu también debes estar sano.
Aunque no hay una respuesta clara sobre si puede prevenirse el Alzheimer o no, lo cierto es que el ejercicio físico y la dieta, mantener vínculos sociales y la actividad mental intelectual pueden prevenir en algunos casos esta enfermedad.
-lamenteesmaravillosa-

Consejos para el cuidador

Los cuidadores profesionales conocen bien las dificultades que suponen los cuidados de los pacientes con demencia. Por ello pueden ayudar a que las familias aprendan a cuidar, conozcan los aspectos más importantes en el mantenimiento de la salud y no caigan en situaciones frecuentes de sobre protección y agotamiento.



Aquí reflejaremos una serie de propuestas útiles  para “cuidar al cuidador” con el objetivo de que su calidad de vida no se deteriore:
1.- Es  muy importante  que el cuidador del paciente sepa reconocer que necesita ayuda, y que ello no le distraerá de su labor de cuidar sino que lo hará más eficaz.
2.- Es necesario aceptar que las reacciones de agotamiento son frecuentes e incluso previsibles en un cuidador. Son reacciones normales ante una situación “límite”,  pero que necesitan apoyo. Si se detectan estos signos/reacciones, no ocultarlos por no querer asumir que “se está al límite de sus fuerzas”, ni tampoco por miedo a no ser un cuidador excelente.
3.- Se debe aprender a solicitar ayuda:
3.1.- Solicitar ayuda a miembros de la familia.  Ser capaz de delegar tareas a otros familiares cuando no se puede llegar a todo.
3.2.- Solicitar ayudas sociales o externas. No temer acudir a un profesional (psiquiatra o psicólogo) y/o a grupos de auto-ayuda de asociaciones de afectados por la Enfermedad de Alzheimer que resultan ser muy eficaces.
4.- Solicitar información y formación adecuada sobre aspectos médicos de la enfermedad: evolución futura, posibles complicaciones, medicación, conocimientos prácticos para afrontar los problemas derivados tales como nutrición, higiene, adaptación del hogar, movilizaciones del paciente, etc. Todo ello favorece la sensación de control y de eficacia personal.
5.- Marcarse objetivos reales y factibles a corto plazo en las tareas de los cuidados del enfermo. No mantener expectativas irreales (por ejemplo: “El enfermo no va a empeorar más de lo que está”). Ni tampoco ideas omnipotentes sobre uno mismo (por ejemplo: “Voy a solucionar todos los problemas yo sólo”).
6.- Mantenerse motivado. Autoreforzarse en los éxitos, felicitándose a uno mismo por todo lo bueno que va haciendo. No fijarse sólo en las deficiencias y fallos que se tenga.
7.- No olvidarse de uno mismo y cuidar de su salud. Intentar tener espacios de descanso, dormir las horas suficientes y mantener una alimentación adecuada. Permitirse un merecido descanso diario o semanal, fuera del contacto directo con el enfermo.
8.- Evitar el aislamiento de sus relaciones sociales habituales. Obligarse a mantener el contacto con amigos, familiares y gente de su entorno. Salir de la casa con otras personas, no quedarse encerrado. Los vínculos afectivos cálidos amortiguan el estrés.
9.- Saber poner límite a las demandas excesivas del paciente. Hay que saber decir “no”, sin sentirse culpable por ello.
10.- Planificar las actividades de la semana y del día. Establecer prioridades en las tareas, diferenciando lo urgente de lo importante. Decidir qué cosas no va a poder realizar con bastante probabilidad. La falta de tiempo es una de las primeras causas de preocupación.
11.- Fomentar la independencia del paciente.  Dejar que el enfermo de Alzheimer mantenga todas las actividades que puede hacer por sí mismo, aunque lo haga lento o mal.
12.- Hacer uso de centros de día, residencias para ingresos temporales, o personal contratado de asistencia domiciliaria o para tareas del hogar si la situación lo requiere.
-fundacioace-

Cuidate tu primero para que puedas cuidar a los demas

Ese debe ser el lema de las personas que tienen a su cargo la responsabilidad de atender las necesidades de una tercera persona, ya sea un niño o un anciano, esté saludable o enfermo o con necesidades  especiales. ¿Qué pasa si extraes continuamente dinero de tu cuenta de ahorros y nunca depositas nada? ¿Pronto llegas a cero, no es cierto? Lo mismo sucede con nuestras reservas de energía: si no se reponen, se acaban.


Si éste es tu caso, tienes en tus manos una labor hermosa y noble, pero tremendamente exigente. Aquí te ofrecemos algunos consejos para que siempre tengas fuerzas para llevarla a cabo.
1. Practica la regla de oro: solamente podemos dar de lo que tenemos. Así que si no tienes ni amor ni tiempo para ti, ¿qué piensas darle a los demás? No se trata de egoísmo sino un principio básico que te ayudará a cambiar de perspectiva.
2. Se realista: eres maravillosa, pero no eres la mujer maravilla. No intentes hacer más de lo que puedes. A la larga, no funciona.
3. Crea un plan de acción inteligente: esto implica establecer prioridades. No puedes dedicarte a cuidar un bebé, un enfermo, un inválido o una persona de edad y tener la casa reluciente de arriba abajo al mismo tiempo. Organiza bien las responsabilidades de cada día para que puedas dedicarte diariamente unos minutos a ti mismo(a) para leer, escuchar música o ver un programa por televisión que te guste mucho.
4. No descuides tu salud: esto implica visitar a tu médico para tus chequeos periódicos, tomar diariamente los medicamentos que necesites y por supuesto, alimentarte bien. ¡No se te ocurra saltarte el desayuno! Evita comer por gusto para aliviar la ansiedad o el aburrimiento. Una solución es no adquirir alimentos chatarra y mantener en casa un buen surtido de frutas, yogur o frutos secos que te calmen el hambre de forma más saludable.
5. Ojo con el descanso y el ejercicio: ambos son vitales para mantener un buen nivel de energía. Y ya sabes que la necesitas ¡a granel! Si dispones de poco tiempo para el ejercicio, no tienes ni que salir de casa. Puedes practicar aeróbicos, o hacer Pilates frente al televisor con un DVD de ejercicios. Vienen en todos los niveles (desde principiantes a expertos) y en muchas categorías, desde yoga hasta zumba.
6. Pide ayuda o delega todo lo que puedas: ¿hay algún vecino o familiar que pueda darte una mano? Si alguien puede relevarte durante unas horas a la semana, aprovecha ese tiempo para recargar tus baterías dedicándolo a algo que te entusiasme o te haga sentir mejor (ir al cine, al salón de belleza, ir a cenar con amistades).
7. No te aísles: es importante que tengas una red de apoyo emocional (familia, amigos, la pareja) a quienes puedas confiar tus sentimientos y compartir tanto las satisfacciones como los problemas que puedan presentarse.
8. Infórmate sobre los recursos comunitarios disponibles: si estás cuidando a un enfermo crónico o a una persona con necesidades especiales, consulta con tu médico o tu seguro de salud para que te refieran o te pongan en contacto con las organizaciones que pueden ayudarte. También existen organizaciones religiosas y otras sin fines de lucro en la comunidad que podrían ser de ayuda.
¿Qué tal si no eres tú sino una amiga, un vecino o familiar el que está en esa situación?
Hay mucho que puedes hacer para ayudarlos:
•Ofrécete para realizar algunas tareas (recoger medicamentos de la farmacia, comprar algo que necesiten del supermercado), o relevarlos durante unas horas para que puedan disfrutar de algún tiempo libre.
•Llévales comida ya preparada para quitarles la carga de la cocina durante un día.
•Invítalos al cine en su propia casa: alquila una película y véanla juntos. Te agradecerán el entretenimiento y la compañía.
•Si no te alcanza el tiempo para visitas, llámalos por teléfono o envíales una postal cariñosa. Es importante que sepan que no están solos y pueden contar contigo en caso necesario.
•Envíales de regalo una suscripción a una revista, grábales un CD con su música favorita o llévales un libro interesante para proporcionarles esparcimiento.
En cualquiera de los casos, recuerda que estás realizando una labor que requiere energía, buen ánimo y paciencia y que los que están a tu cargo necesitan tu comprensión y tu amor. Nada de eso puedes darles si no te cuidas primero a ti mismo(a). No lo olvides.
-Hogar y Familia, Vida Saludable-

Cuidar al cuidador

¿Quién cuida al enfermo de alzheimer?

La familia es el pilar básico de la atención a los enfermos.

Dentro de la familia:
  • Destaca el Cuidador Principal.
  • Cuidadores Secundarios: colaboran en las actividades que recaen sobre el Cuidador Principal, de una manera menos continua.
Motivaciones del cuidador principal

Resulta habitual leer acerca del cuidado de los pacientes de Enfermedad de Alzheimer en términos negativos. 

Sin embargo, es importante enfatizar que los cuidadores perciben muchas cosas positivas en su nuevo rol:


  • Los cuidadores se describen como tales y son conocedores de la importancia de su papel
  • Cuentan como factores positivos la sensación de dotar sus vidas de un sentido; se encuentran que es una circunstancia que les hace sentirse realizados; experimentan dicha dotando de calidad de vida a quien la está perdiendo.
Son muy variadas las motivaciones del cuidador:
  • Altruísmo: El cuidador se pone en el lugar del otro y siente sus necesidades, intereses y emociones.
  • Reciprocidad lla persona ahora cuidada les cuidó antes.
  • Gratitud y estima que les muestra la persona cuidada
  • Sentimientos de culpa del pasado: “ en el pasado no me porté lo suficientemente bien con mi madre”.
  • Evitar la censura de la familia, los amigos, conocidos… en el caso de no cuidar a la persona enferma.
  • Aprobación social por prestar cuidados, admiración de otros por la generosidad…. “
¿Dónde estoy yo?”

Tareas del cuidador principal
El cuidador asume progresivamente una enorme cantidad de tareas, difíciles de cuantificar, algunas muy visibles, como el aseo o el vestido, pero otras muchas que pasan prácticamente desapercibidas y que ocupan buena parte del tiempo y que dotan de calidad de vida al enfermo (alcanzar el vaso de agua, encender la radio…)
  • Asistencia/supervisión en las actividades cotidianas de la vida diaria:
    • Básicas: aseo, vestido, higiene, comida, movilización del enfermo…
    • Avanzadas: hacer compras, preparar las comidas, gestiones administrativas, facilitar el mantenimiento de las aficiones del enfermo…
  • Cuidados relacionados con la salud:
    • Administrar medicinas y gestionar cuidados médicos
  • Acompañamiento diurno y nocturno
  • Llevar a cabo las tareas de la casa
  • Coordinar al resto de la familia
  • Formarse en el manejo del enfermo y participar en actividades con él/ella.
Evolución de las tareas del cuidador en función de la fase de la enfermedad
El cuidado no suele planificarse y suele irse ejecutando a medida que las necesidades del enfermo lo van así indicando.
Recursos empleados en el cuidado del enfermo
Es imposible cuantificar cuánto pone el cuidador de sus recursos y su vida en el cuidado de su familiar enfermo de Alzheimer, pero es probable que ninguna estimación haga justicia en el cálculo del impacto de esta tarea en su vida. 
  • Tiempo: la principal herramienta para atender al enfermo de Alzheimer es el tiempo. Las horas empleadas de una manera directa en el paciente dependen de la fase de la enfermedad. 
    • Fases iniciales: 8 horas al día
    • Fases avanzadas: 12 horas diarias
  • Recursos económicos: en España se tiende a mantener al paciente la mayor parte de la enfermedad en el hogar, con lo que los gastos derivados de su cuidado recaen en la familia. Hay que tener en cuenta que los gastos no son sólo directos, pues se da un tipo de gastos que no se cuantifica, intangibles, que suponen una proporción muy importante de lo que se invierte en el paciente (¿cómo cuantificar lo que cuesta el tiempo que el cuidador principal emplea atendiendo al paciente?)
El cuidado de un enfermo de Alzheimer supone una inversión psicológica, física y también económica. El que no se convierta en una ruina depende de cómo se afronte.

Consejos básicos para el cuidador principal

El éxito en cualquier tarea que se emprenda dependerá de la actitud con la que se afronte.Son fundamentales algunas condiciones:
  • Saber escuchar
  • Tener equilibrio emocional
  • Contar con sentido del humor
  • “Disfrutar” de cada momento
  • …¡ACTITUD POSITIVA!
El cuidador tiene que cuidarse para poder cuidar:
  • Durmiendo lo suficiente
  • Haciendo ejercicio
  • Evitando el aislamiento
  • Saliendo de casa
  • Conservando aficiones e intereses
  • Organizando el tiempo
  • DESCANSANDO Y PIDIENDO AYUDA
El cuidador tiene derecho a enfadarse, a llorar, a pedir ayuda, a disfrutar de tiempo libre….¡Tiene derecho a cuidarse!
-.neurodidacta-

Quién cuida del cuidador:


Cuidar a un dependiente requiere de mucha fortaleza mental, física y emocional.



La persona en cuestión se va a enfrentar a situaciones 

que pueden llegar a perjudicar gravemente su salud 

física y psicológica. Es lo que se da en llamar 

“síndrome del cuidador”.



Consejos básicos para familiares de personas dependientes

  • Cuidarse para cuidar 


Si el cuidador enferma la persona a su cargo se queda sin atención, por ello es fundamental 

seguir pautas como visitar de forma periódica al médico, evitar el aislamiento social, ya que 

es básico para encontrar apoyo ante las demandas diarias, pedir ayuda cuando es necesario 

y valorar la función de cuidador que se está ejerciendo. 


  • Evitar la sobrecarga 


Vigilar el sueño, la alimentación, mantener una actitud positiva, buscar información  

prepararse ante el duelo por el familiar se encuentran entre las cuestiones básicas que 

 también ayudan a evitar la posible sobrecarga. 


  • Fomentar la autonomía del familiar 


En  cuestiones de higiene hay que saber qué puede y qué no puede realizar de forma 

autónoma la persona a la que se cuida y promover esta autonomía. Vestirse, comer o cuidar 

de su aseo repercuten en la autoestima del familiar y en su salud. Si el cuidador debe 

ocuparse de estas cuestiones, el manual le ayudará a saber cómo realizar cada una de ellas 

para facilitar la tarea. 


  • Cuidar las posturas 


El cuidador debe ser consciente en todo momento de la postura física que toma cada vez que 

realiza una tarea como movilizar a su familiar en la cama, pasarlo de la cama a una silla o 

ayudarle a caminar. 


  • Estar atento a la alimentación 


La falta de apetito o la pérdida de peso son indicios de que algo sucede y el cuidador debe 

saber reconocer estos indicadores para consultarlos con el médico. La dieta es fundamental 

para evitar que aparezcan trastornos como el estreñimiento y se deben seguir pautas al 

alimentar al dependiente como no hacerlo cuando está tumbado. 


  • Desarrollar habilidades de comunicación 


Existen cuestiones muy prácticas como evitar hablar con el mayor cuando está enfadado o 

cansado, saber reaccionar ante muestras de agresividad o actuar de forma adecuada ante 

posibles alucinaciones. El médico es una vez más el mejor aliado para poder tomar la actitud 

más adecuada a la situación por eso acudir a su consulta es clave. 


  • Conocer la medicación y cómo conservarla 


El cuidador cuenta con el apoyo de médicos y enfermeros para ayudarle y afrontará mejor las 

situaciones que se le presenten con el mayor si reúne toda la información necesaria para ello. 


  • Manejar las caídas 


Un hogar adaptado evitará muchos de los accidentes comunes y si además el cuidador sabe 

cómo movilizar al familiar cuando haya sido inevitable su caída, evitará lesiones propias y 

empeorar las existentes en el mayor. 


  • Estar informado 


Conocer las figuras jurídicas para ejercer la tutoría del mayor o cómo acceder a las ayudas 

administrativas son otra asignatura importante para el cuidador. En la página web de la 

SEGG podrá encontrar respuesta a muchas de estas cuestiones.


El manual se puede conseguir de forma gratuita en los centros de salud y centros de servicios 

sociales y se puede descargar en la web del Imserso.

-20minutos-

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